07 febrero, 2023
El color desempeña un papel fundamental en el papel decorativo. Define y caracteriza el diseño mostrándose único y singular.
El color es una propiedad de la luz que nos permite percibir y distinguir las diferentes longitudes de onda de la luz. Se trata de una experiencia visual que se produce cuando la luz interactúa con los objetos y es reflejada hacia nuestros ojos.
La luz blanca, como la proveniente del sol o una fuente de luz artificial, está compuesta por una mezcla de diferentes colores. Cuando esta luz incide sobre un objeto, éste puede absorber ciertos colores y reflejar otros. Los colores que son reflejados son los que percibimos.
Dicho de otro modo, los colores pertenecen al espectro visible de la luz, tan solo al rango de longitudes de onda de la luz captado por nuestros ojos. Este rango va desde los 400 nanómetros (nm) en el extremo violeta del espectro hasta los 700 nm en el extremo rojo. Los colores que componen el espectro visible son el violeta, azul, verde, amarillo, naranja y rojo. Además, la luz visible es una pequeña fracción del espectro electromagnético total. En el que se incluye también la luz ultravioleta, la luz infrarroja y las ondas de radio.
Sin embargo hay muchos factores que pueden afectar la percepción del color, incluyendo la luz ambiental, la percepción individual y la sensibilidad de cada persona a diferentes longitudes de onda.
En el mundo del color, solemos hablar de tres componentes básicos y ala vez muy importantes para escoger un papel decorativo: matiz, saturación y brillo. El matiz se refiere al nombre específico del color, como rojo, azul o verde. La saturación se refiere a la intensidad o pureza del color, mientras que el brillo se refiere a la cantidad de luz que refleja el objeto.
Además de estos componentes básicos, existen diferentes sistemas de clasificación del color, como el modelo RGB (rojo, verde, azul), utilizado en pantallas y dispositivos electrónicos, y el modelo CMYK (cian, magenta, amarillo, negro), utilizado en la impresión.
El color desempeña un papel clave en el ámbito del papel decorativo. A través de la selección y combinación adecuada de colores, es posible crear ambientes, transmitir emociones y expresar estilos. Los colores vibrantes y llamativos pueden añadir energía y vitalidad a un espacio, mientras que los tonos suaves y neutros pueden generar sensaciones de calma y serenidad. Además, el color puede influir en la percepción del tamaño y la forma de un ambiente, creando ilusiones ópticas y añadiendo profundidad. En el papel decorativo, el color se convierte en una herramienta poderosa para transformar y embellecer espacios, brindando personalidad y carácter a través de una paleta cromática cuidadosamente seleccionada.
Es fundamental conocer y definir el color, es imprescindible para conseguir la repetición de diseños y evitar fenómenos como el metamerismo en el papel decorativo.
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