¡Descarga el catálogo ahora!

    Introduce tu email y accede a la descarga directa

      ¿Otra vez por aquí?
      Nos alegra verte de nuevo

      Introduce tus datos y no te pierdas ninguna de nuestras novedades



      Tendencias en interiorismo 2025

      10 abril, 2025

      Así decoraremos en 2025: materiales honestos, curvas orgánicas y naturaleza intensa

      El 2025 se presenta como un año de ruptura silenciosa. Atrás quedan los tonos empolvados, el minimalismo cálido y las líneas rectas que dominaron los últimos años. El nuevo interiorismo habla más alto: busca el impacto, pero también la introspección. En esta nueva etapa, la casa se transforma en un refugio emocional, lleno de matices sensoriales, materiales con alma y colores que respiran la profundidad del paisaje.

      Colores intensos que evocan la naturaleza

      Después de temporadas enteras dominadas por los tonos neutros, 2025 impone una paleta más intensa y emocional. El verde hierba, el azul orion y el marrón sustituyen los tonos desvaídos por otros que beben de la naturaleza más cruda y esencial. La tendencia oceánica gana fuerza: materiales que evocan el movimiento del agua, tejidos iridiscentes, cerámicas con texturas onduladas. El verde, por su parte, irrumpe no solo como color sino como actitud: envolvente, tranquilizador, lleno de vida.

      aparador verde. tendencia 2025

      Del minimalismo al “más es más” emocional

      El minimalismo cálido cede el paso a una nueva versión del maximalismo, más íntimo que ostentoso. Las casas se llenan de objetos con historia, de texturas que dialogan entre sí y de contrastes que antes hubieran parecido impensables: terciopelos con yute, acero con madera cruda, lino con mármol. No se trata de acumular, sino de componer con libertad. El ornamento, si es auténtico, encuentra de nuevo su lugar.

      Brutalismo suave y materiales con verdad

      Sí, el brutalismo sigue vivo. Pero en 2025 se presenta con una mirada más amable. El hormigón visto y las piedras sin pulir conviven con maderas nobles y metales patinados, en un equilibrio que apela a la honestidad material. No se esconde lo imperfecto: se celebra. Los acabados rudos, como los paneles de cemento o los tableros de madera en crudo, se contraponen con textiles envolventes y una iluminación matizada que transforma lo áspero en cálido.

      Curvas, arcos y volúmenes orgánicos

      La geometría recta pierde dominio. Aparecen arcos, muebles curvos, lámparas con formas orgánicas que parecen esculpidas por el viento. Las líneas redondeadas aportan suavidad visual y emocional, y se integran tanto en arquitectura como en mobiliario. Sofás con respaldos ondulados, mesas sin esquinas, espejos amorfos. Todo fluye.

      El efecto bosque: la biofilia como declaración de principios

      Más que una tendencia, el diseño biofílico es ya una filosofía. En 2025, las casas no solo imitan la naturaleza: la incorporan. Desde muros vegetales hasta revestimientos que reproducen vetas de piedra o madera, el interior se convierte en un ecosistema sereno y acogedor.

      Tecnología sí, pero invisible

      La domótica evoluciona hacia una estética silenciosa. Interruptores integrados, sistemas de climatización ocultos, iluminación adaptable al ritmo circadiano. Todo está conectado, pero nada distrae. La tecnología se convierte en un acompañante discreto del confort cotidiano.

      Sostenibilidad como lujo contemporáneo

      Los consumidores no solo buscan belleza: exigen coherencia. Por eso, los materiales reciclados, los procesos sostenibles y las producciones locales adquieren protagonismo. Elegir bien también es un gesto estético.

      En resumen…

      2025 será un año donde el diseño se aleja de lo genérico para abrazar lo verdadero. Los espacios se visten de carácter, se llenan de matices, de historia, de intención. El interiorismo deja de ser solo una cuestión de estilo y se convierte en un manifiesto silencioso: el de vivir con belleza, autenticidad y propósito.